25.9.09

Como un toro

Recuerdo que hace unos años se puso de moda la frase de Jesulín de Ubrique, haciéndola válida para cualquier contexto.

En este sentido, al ver la pregunta planteada por Alejandro Delgado me he dado cuenta de que el archivero es... "como un toro". Sin una sólida posición profesional (no tiene titulación específica que le avale), debe entrar al trapo ante cualquier cuestión que se le plantee, buscando ese reconocimiento que debe ganarse día a día. Busca sus oportunidades brindando su arte en plazas pequeñas, puliéndose, esperando la oportunidad de una gran feria (Madrid, Bilbao, Sevilla, Quintanar de la Sierra). Cuando ésta le llega (la e-Administración), debe buscarse un hueco con el maestro, los banderilleros y el picador (informáticos, gestores de procesos), para no quedarse fuera de la plaza, o contemplando la luna (esa luna enamorada) rumiando una bellota junto al monosabio. También debe ir con cuidado, porque otros, con eso de que el toro debería haber dejado de existir hace muchos años (cuando cuajó la informática) quieren sustituirle por una cabra (que también tiene algún cuerno) o por un toro de trapo (los profesionales o francotiradores del "todo vale").

En la feria, la bravura la pone el toro. En la parcela de gestión documental de las organizaciones, la casta la pone el archivero.

2 comentarios:

  1. nunca se me hubiera ocurrido la metáfora del toro, pero me gusta. nos pone en una situación muy brava. mi duda es si real: somos toros bravos o muchas veces (sobre todo a nivel institucional) bastante mansos?

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  2. El toro es un animal, de por sí, que no busca problemas. Prefiere rehuirlos: la dehesa es grande, y hay espacio para todos. Pero si se ve molestado, ahí va con sus bravura y su poderío, a meter cuerno. La casta le viene de que, por mucho que le castiguen, no se arruga.

    Respecto a las actitudes de los archiveros, mansos o bravos, es como los toros: hay bueyes que se ciñen al arado (y no les saques de ahí), y los toros de lidia que no toleran fácilmente la imposición o que les coman su terreno. Personalmente conozco profesionales de lo uno y de lo otro. Realmente, archiveros- toros de lidia existen. Te daría algún nombre.

    Si bien es cierto que las tentaciones por no complicarse, de convertirse en buey de establo, son muy fuertes. Algunos resisten: eso es casta.

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